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losenses, va enseñando y enco- dependiendo todas de una cabeza mendándoles muchas virtudes; pe-ó de muchas, que representan un ro sobre todas, dice, os encomiendo gobierno; y aun hasta de los anila caridad, que ata, y conserva, y males vemos esto, no solo en las da vida á todas. Lo mismo hace el abejas, que en esas es admirable bienaventurado apóstol san Pedro el instinto que la naturaleza les en su primera canónica: Ante om-dió en esa parte; mas aun los lobos, nia autem mutuam in vobis metip- los leones y otras fieras, por el sis charitatem continuam habentes: mismo caso que apetecen su conserAnte todas cosas os encomiendo la vacion, procuran alguna union; caridad y union continua de unos porque con la division acabarian y con otros de donde podemos co- perecerian. Y aun los mismos delegir, de cuánta importancia sea monios, con ser espíritus de diviesta caridad y union, pues estos sa- sion y sembradores de zizaña, el grados Apóstoles y príncipes de la mismo Cristo dice que no se debe Iglesia nos la encomiendan tanto, creer que entre sí mismos anden que dicen, que eso ha de ser el en division, por esta misma razon: ante omnia, y el super omnia: An- Si autem Satanas in seipsum divite todas y sobre todas las cosas; sus est, quomodo stabit Regnum de manera que de esto hagamos ejus? Luc. XI. Y á este mismo prosiempre mas caso que de todo lo pósito trae allí aquel principio tan demás. Y cuanto à lo primero, la cierto y tan experimentado en necesidad general de esto bien se materia de república: Omne regve; porque qué Religion puede num in seipsum divisum desolabihaber sin union y conformidad? Y tur, et domus supra domum cadet. no digo Religion, pero ni con- Luc. XI. El reino dividido entre gregacion ni comunidad ningu- sí no ha menester enemigos para na puede haber sin ninguna mane- ser destruido y asolado; porque ra de union y órden. Quitad de la ellos mismos se irán consumiendo muchedumbre alguna trabazon y y asolando unos á otros, y unas union; ¿qué quedará, sino una casas se irán cayendo sobre otras. Babilonia, confusion y vehetría? Y así Platon viene á decir (1), que Ubi est multitudo, ibi est confusio, no hay en la república cosa mas dice el proverbio: Donde hay mul-perniciosa que la discordia y destitud, hay confusion; y entiénde-union, ni cosa mas útil y provese, si la multitud está sin órden y chosa que la paz y union de unos union; porque ordenada y unida, con otros. no es sino jerarquía: y así todas las congregaciones y repúblicas, por bárbaras que sean, siempre procuran alguna union y órden,

San Jerónimo dice esto mismo de la Religion, y con mas fuerza: Hæc (id est, charitas) Religiosos, (1) Plat. lib. 5 de Repub.

Pero dejando lo general y vi→ niendo á la necesidad. particular que nosotros tenemos de esta union y caridad fraterna; tratando nuestro santo Padre de los medios con que se conservará y aumentará la Compañía en su buen ser espiritual, dice (1), que uno de los medios principales que ayudará mucho para ello, será esta union y caridad de unos con otros y fuera de las razones generales que muestran ser necesaria esta union en cualquier Religion y comunidad, hay otras razones particulares, por donde nos es aun mas necesaria á nosotros y sea la primera, porque la Compañía es un escuadron de soldados que Dios ha enviado de refresco á su Iglesia para ayudar á la guerra que trae contra el mundo y el demonio, y ganar almas para el cielo; y así nos lo propone la forma de nuestro instituto, y ese es el bando que se echa en la bula de ereccion de nuestra Compañía: Quicumque vult sub Crucis vexillo Deo militare, et soli Domino, et Ecclesiæ ip

hæc Monachos facit; sine hac Ca- | loco isto non est hic aliud nisi donobia sunt Tartara, habitatores mus Dei, et porta cæli. Genes. XXVIII. sunt dæmones; cum hac vero sunt Paradisus in terris, et in eis dègentes sunt Angeli: Esta union y caridad, dice, hace à los religiosos que sean religiosos; sin esta el monasterio es infierno, y los moradores demonios; porque ¿qué mayor infierno, que habiendo de estar siempre juntos con el cuerpo, y tratar cada dia unos con otros, tener diferentes voluntades y pareceres? Pero si hay union y caridad, la Religion será un paraíso en la tierra, y los que en ella viven serán ángeles; porque comenzarán acá á gozar de aquella paz y quietud de que ellos gozan. Y confirma esto san Basilio (1): Hi vitæ diligenter communitate retenta Angelorum vivendi ritum æmulantur: nulla est inter Angelos lis, nulla contentio, nulla controversia: Los que viven en la Religion con esta paz y con esta caridad y union, son, dice, semejantes á los Ángeles, entre los cuales no hay pleitos y contiendas ni disensiones ningunas. San Lorenzo Justiniano dice (2), que no hay acá en la tierra cosa que tan al vivo represente la sius sponsæ servire, etc. (2). Quien junta del cielo y de aquella Jeru-se quisiere alistar debajo de la bansalen celestial, como la junta de los religiosos unidos en amor y caridad; esa es vida de Ángeles, vida del cielo : Vere Dominus est in

dera de la Cruz y dar su nombre en esta milicia, el mismo nombre de Compañía se lo dice: es compañía de soldados, sonamos las cajas, levantamoş bandera, y hace

(1) S. Basilius, in Constitut. Monast. mos gente para pelear contra los

cap. 19.

(2) S. Laurent. Justin. de disciplin. et profec. Monast. conversat. cap. 19.

(1) Part. 10 Constit. § 19.

(2) Bulla Julii III, anni 1550.

vamos todos á una, romperémos los enemigos, y de nadie seremos vencidos ni desbaratados: Frater qui adjuvatur à fratre, quasi civitas firma, dice el Sábio en los Proverbios, c. XVIII: El hermano que es ayudado de su hermano, es como una ciudad muy fuerte. Et funicu lus triplex difficile rumpitur.Eccles. Iv. Cuando muchos cordeles se jun

enemigos de la Cruz; pues si el es- que perdido, el escuadron se percuadron va muy unido y bien or-derá tambien. Pues de la misma madenado; yendo todos á una, rom- nera será en esta nuestra Compaperán por peñas, y á ellos nadie los ñía y escuadron si nos unimos, desbaratará; es cosa fortísima: y y nos ayudamos unos á otros y así el Espíritu Santo compara á él la Iglesia : Terribilis, ut castrorum acies ordinata. Cant. vi. Á un escuadron bien ordenado y unido entre sí, no hay por dónde entrarle: unos defienden á otros; pero en desuniéndose y desordenándose, es flaquísimo, y luego es roto y desbaratado. En el segundo libro de los Reyes, para decir David que venció á sus enemigos, dice: tan y se hace uno, queda muy fuerDivisit Dominus inimicos meos co-te: en la cuerda de la ballesta aqueram me, sicut dividuntur aquæ : Di- llos hilos de que se compone, cada vidió el Señor mis enemigos delante uno por sí tiene poca fuerza ó ninde mí, como se dividen las aguas; guna, y muchos juntos vemos que y al monte donde esto pasó, lla-son bastantes para doblar un formó Baal-pharasim, id est, locus tísimo acero; así serémos nosdivisionis: de manera que lo mis-otros, si estamos unidos y vamos mo es vencer, que dividir; y lo todos á una. mismo es lugar de division, que lu- San Basilio, animando á esto á gar de victoria; y así dicen allá los los religiosos, dice (1): Consideque tratan de guerra: Multitudo rad con cuánta union y conforinordinata potius est victima quam midad peleaban aquellos mancebos pugna (1) Cuando el ejército va las guerras del Señor: y de aquellos desconcertado y desordenado, mas ejércitos copiosos de mas de tresva al matadero, que á pelear. No cientos mil hombres, dice la sahay cosa mas encomendada en la grada Escritura en el libro primero disciplina militar, que no romper de los Reyes, egressi sunt quasi vir ni desordenar el escuadron, sino unus, que iban como si fueran un procurar que esté siempre muy hombre solo, porque iban todos unido y ordenado, y que cada uno con una misma voluntad y ánimire por otro, y guarde su pues- mo, y de esa manera ponian temor to. Y no solo el bien comun, sino el y espanto á sus enemigos, y alcanbien particular de cada uno depen- zaban grandes victorias. Pues de de de que se guarde este órden; por(1) Vegetius, de re militar.

(1) S. Basilius, in Constitut. Monast. cap. 18.

esa manera habemos de pelear nos- | rán y asolarán á sí mismos: Diotros las guerras espirituales del visum est cor eorum, nunc interi

Señor; y así harémos gran fruto en las almas con nuestros ministerios, y pondrémos grande espanto á nuestros enemigos. El mismo demonio, dice san Basilio, temerá y no se atreverá contra nosotros; porque desmayará, viendo tantos tan unidos contra él, y desconfiará de podernos hacer daño.

bunt, Osee, x: Hanse vuelto los soldados á pelear contra sí unos con otros, ellos se perderán; y así dice el Apóstol, ad Galat. v: Quod si invicem mordetis, et comeditis, videte ne ab invicem consumamini : Si entran entre vosotros discordias, envidias y murmuraciones, sin duda os iréis consumiendo y destruyendo unos á otros; y esto es lo que hay que temer en la Religion,

persecuciones y contradicciones que en el mundo se nos pueden levantar; que esas no nos dañarán. Dice muy bien san Bernardo, hablando á este propósito con sus religiosos (1): Quis ergo à foris vos conturbare, aut contristare poterit, si intus bene estis, et fraterna pace gaudetis? ¿Qué cosa os podrá venir y suceder de fuera, que os pueda turbar ó entristecer, si acá dentro os va bien y gozais de la hermanable paz y caridad? Y trae aquello del apóstol san Pedro: Et quis est, qui vobis noceat, si boni æmulatores fueritis? I Petr.

Nuestro santo Padre (1) pone esta por una de las razones principales porque nos es muy particularmente no los enemigos de fuera, ni las necesaria esta union. « La union, dice, y conformidad de unos con otros debe muy diligentemente procurarse, y no permitir lo contrario, para que con el vínculo de la fraterna caridad unidos entre sí, mejor puedan y mas eficazmente emplearse en el servicio de Dios y ayuda de los prójimos.» Y en otra parte dice (2), que sin esta union no podrá la Compañía, ni conservarse ni regirse, ni alcanzar el fin para que fue instituida. Cosa cierta es, que en habiendo divisiones, bandos ó disensiones acá dentro, no solo no alcanzarémos el fin de nuestro instituto, que es ganar almas para Mientras nosotros fuéremos lo que Dios; pero ni nos podrémos regir debemos, y anduviéremos muy ni conservar á nosotros mismos. Si los soldados que se habian de unir para pelear contra los enemigos, se vuelven á pelear entre sí unos con otros; claro está que no solo no vencerán, sino que ellos se destrui

(1) Part. 3, cap. 1, § 18, et reg. 42 sum

mar.

(2) Part. 4 Constit. cap. 1, § 1.

unidos y hermanados unos con otros, ninguna contradiccion ni persecucion de fuera nos podrá dañar ni perjudicar; antes ayudará y servirá para mayor bien y acrecentamiento nuestro, como leemos en las historias eclesiásticas de las persecuciones que la Iglesia tuvo (1) Bernard. serm. 29 super Cantie

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de fuera, que no hicieron en ellas que en la Compañía hay particulamas daño que el podador á la vi- res dificultades y estorbos para conña; por un sarmiento que corta-seguir esta union; y por eso es meba, brotaban otros mas fructife-nester apoyarla mas, y buscar reros; y así dijo muy bien uno de medios contra esos impedimentos. aquellos santos mártires al tira- Las dificultades que hay en la Comno, que lo que hacia derramando pañía para esto las reduce allí nuessangre de cristianos, era regar la tro santo Padre à tres: la primera haza para que creciese y se mul- es estar la Compañía tan esparcida tiplicase mas el trigo. y derramada por todo el mundo entre fieles é infieles; y así por estar tan léjos y tan apartados unos de otros, es mas difícil el conocerse, el comunicarse y unirse, y

En el libro de los Macabeos alaba la sagrada Escritura á los romanos, de que tenian mucha union y conformidad entre sí Comittunt uni homini magistratum especialmente, abrazando, como suum per singulos annos, et omnes abraza, tan diversas naciones, y obediunt uni, et non est invidia, que en muchas de ellas hay oponeque zelus inter eos. I Machab. sicion y contrariedad; y no es tan c. VIII. Y todo el tiempo que los ro- fácil quitar la aversion con que el manos estuvieron de esta manera hombre nace y se cria perpétuaunidos entre sí, fueron señores del mente, y mirar al extranjero, no mundo, y rendian los enemigos; como á extraño, sino como á hijo pero en entrando las guerras civi- y hermano de la Compañía. La les entre ellos, fueron destruidos; segunda dificultad es que los de la de donde sacaron aquel proverbio: Compañía por la mayor parte han Concordia parvæ res crescunt; dis- de ser gente de letras; y la ciencia cordia maximæ dilabuntur: Con la hincha y cria en el hombre estima union y concordia crecen y me- de sí mismo y desestima de otros, dran las cosas, por pequeñas y fla-y cria tambien dureza de juicio : y cas que sean, y con la discordia santo Tomás dijo (1), que los y desunion, por grandes y fuertes letrados no suelen ser tan aplicaque sean, se menoscaban, se des- dos á la devocion como los sencihacen y del todo perecen. llos; y así se puede con razon temer no venga á ser esto causa que no se unan ni hermanen tanto entre sí, queriendo cada uno seguir su opinion y parecer, y echar por su vereda, y procurar honra y estima para sí, que suele ser raíz de division. La tergran desunion y (1) D. Thom. 2, 2, q. 83, art. 3 ad 3.

Fuera de esto hay otra razon particular, por la cual en la Compañía tenemos mas necesidad de procurar esta union, la cual nos pone nuestro santo Padre en la octava parte de las Constituciones (1); y es

(1) Part. 8 Constit. cap. 1, § 1, et in declarat.

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