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soberbia les podia por ventura pa- lo que á mí me parece, y con lo que yo querria, sino yo tengo de seguir las trazas de Dios, y conformarme con lo que él quiere de mí. Dice muy bien san Agustin, ibi. 20 Confes. 2, 26 Optimus minister tuus est, qui non magis intuetur

recer juegos de niños, ó acto ocioso; preguntábanle, cómo llevaba aquella obediencia y yo mismo, dice, se lo pregunté, deseando saber qué movimientos pasaban allá en su alma haciendo aquello. Y respondió el monje: Tan conten-hoc à te audire, quod ipse voluerit; to y gozoso quedo cuando he he- sed potius hoc velle, quod à te aucho esto, como si hubiera hecho dierit: Aquel es buen siervo vuesla cosa mas alta y de mayor im- tro, Señor, que no tiene cuenta con portancia que me pudieran man- si lo que mandais es conforme à su dar. Dice san Jerónimo, que le voluntad, sino con querer él lo que movió tanto esta respuesta, que Vos mandáreis. Y el santo abad desde entonces comenzó él á vivir Nilo, en el cap. 29 de Orat. dice: como monje. Eso es ser monje, Non ores, ut fiant, quæ fieri velis; y vivir como verdadero religioso, sed potius ora, sicut orare didicisno reparar en lo exterior, sino ti, ut fiat voluntas Dei in me : No en que estamos cumpliendo la vo- pidais à Dios que haga lo que vos luntad y contento de Dios. Estos quereis, sino lo que nos enseñó son los que aprovechan y crecen Cristo que le pidiésemos, que mucho en virtud y en perfeccion, es, que se haga su voluntad en porque se sustentan siempre de hacer la voluntad de Dios; susténtanse de la flor de la harina: Et adipe frumenti satiat te. Psalm. CXLVII.

mí.

Nótese este punto, que es muy provechoso y general para todos los trabajos y sucesos que se nos pueden ofrecer. No habemos nosotros de escoger en qué ni cómo habemos de padecer, sino Dios. No habeis vos de escoger las tentaciones que habeis de tener, ni decir: Si fuera otra tentacion no se me diera nada; mas esta no la puedo llevar. Si las penas que nos vienen, fuesen las que nosotros queremos, no serian penas. Si de veras deseais agradar á Dios, habeisle de pedir que os lleve por donde él sabe y quiere, y no por donde vos quereis; y cuando el Señor os en

Pero dirá alguno Bien veo yo que es gran perfeccion hacer la voluntad de Dios en todas las cosas, y que en cualquier ejercicio que me manden puedo estar haciendo la voluntad de Dios; pero quisiera yo, que me ocuparan en otra cosa de mas tomo, y hacer en eso la voluntad de Dios. Eso es faltar en los primeros principios, porque en buen romance es querer que Dios haga vuestra voluntad, y no querer vos hacer la de Dios. No tengo yo de dar traza á Dios, ni tengo de querer que él se conforme conviare lo que os es mas desabrido, y

lo que vos huís mas de padecer, y os conformáreis con ello, entonces imitaréis mas á Cristo Señor nuestro que dijo: No se haga, Señor, mi voluntad, sino la vuestra. Luc. XXI. Eso es tener entera conformidad con la voluntad de Dios, y ofrecernos del todo á él, para que haga de nosotros lo que quisiere, y cuando quisiere, y de la manera que quisiere, sin excepcion ni contradiccion, y sin reservar para nosotros cosa alguna.

le envia; porque cada uno se ha de persuadir y confiar que lo que Dios nuestro Señor le envia, eso es lo que le conviene; y así lo ha de recibir con paciencia, conformándose en ello con la voluntad de Dios. Pues así como no habeis de escoger los trabajos, ni las tentaciones que habeis de padecer, sino tomar como de mano de Dios las que él os envia, y entender que aquellas son las que mas os convienen; así tampoco habeis de escoger el oficio ó ministerio que habeis de hacer, sino tomar como

Cuenta Luis Blosio (1), que la santa virgen Gertrudis, movida de piedad y misericordia, roga- de la mano de Dios aquel en que ba á Dios por cierta persona, la la obediencia os pusiere, y entencual habia oido que impaciente-der que ese es el que mas os conmente se quejaba porque le en- viene.

viaba Dios algunos trabajos, en- Añaden aquel otro punto muy fermedades ó tentaciones, las cua-espiritual, y dicen (1), que ha de les le parecian á ella que no le convenian; pero el Señor respondió á la santa Vírgen: Dirás á esa persona por quien ruegas, que porque el reino de los cielos no se puede alcanzar sin algun trabajo ó molestia, que escoja ella lo que le parece ser provechoso; y cuando le viniere, tenga paciencia. De las cuales palabras, y del modo con que se las dijo el Señor, entendió la santa Virgen ser muy peligroso género de impaciencia, cuando el hombre quiere escoger aquellas que ha de padecer, diciendo que no convienen para su saber lo que Dios ha de hacer de él: lud, ni puede llevar las que Dios

(1) Blosius, cap. 10 Monilis spiritualis;

et Titelem. Bredembrachius.. lib. 8 collat. c. 29.

estar uno tan resignado en la voluntad de Dios, y tan confiado y sujeto á él, que desee no saber lo que Dios querrá hacer y disponer de él, así como acá cuando un señor se fia tanto de un mayordomo, que no sabe de su hacienda, ni lo que tiene en casa, es muestra de gran confianza, como dice el santo José que la hizo de él su señor: Ecce dominus meus, omnibus mihi traditis, ignorat quid habeat in domo sua, Genes. XLVI; así muestra uno tener gran confianza en Dios, cuando no quiere sa

en buenas manos estoy, eso me basta: In manibus tuis sortes meæ, Isai. x: con eso vivo contento y (1) Blos. cap. 15 Mon. spirit.

seguro: no he menester saber mas. | igual gloria y servicio de Dios, Para los que desean puestos y escoger aquella en que hubiere oficios, ó ministerios mas altos, mas desprecio y abatimiento mio, pareciéndoles, que en aquello ha- por parecer é imitar mas con eso á rian mas fruto en las almas, y mas Cristo Señor nuestro, que quiso servicio á Dios, digo que se enga- ser despreciado y abatido por nosñan mucho en pensar que ese es otros y hay en esto otro grande celo del mayor servicio de Dios, y bien, que en estas cosas hay menos del mayor bien de las almas; no de interés propio, no tiene el homes sino celo y deseo de honra y bre ocasion de buscarse en ellas á estimacion, y de sus comodidades; sí mismo, ni tiene ese peligro de eny por ser aquel oficio y ministe-vanecerse en ellas, como en las alrio mas honroso, y mas conforme tas y honrosas. En los oficios bajos á su gusto é inclinacion, por eso ejercítanse juntamente la humillo desean. Veráse esto claramente dad y caridad; y con ellos se conpor aquí: Si estuviérais allá en el serva mucho esta virtud de la humundo, ó solo, parece que pudié-mildad, como con actos propios surais decir: Esto es mejor que aque-yos; pero en los altos ejercítase la llo, y de mas fruto para las almas: caridad con peligro de la humilquiero dejar aquello por hacer es- dad: lo cual nos habia de bastar to, porque no se puede hacer todo; no solo para no desearlos, sino papero acá en la Religion no se ha de ra temerlos. dejar esto por aquello, sino que lo uno y lo otro se ha de hacer: solo hay en ello, que si vos llevais el contra alto, ha de llevar el otro el contra bajo. Y si yo fuese humilde, antes habia de querer que el otro hiciese el oficio alto, porque tengo de creer que lo hará mejor que yo, y con mas fruto y con menos peligro de vanidad.

CAPÍTULO XV.

De la conformidad que habemos de tener con la voluntad de Dios en el repartimiento de los talentos y dones naturales.

Cada uno ha de estar muy contento con lo que Dios le ha comunicado con el talento, con Para esto y para otras cosas se- el entendimiento ó ingenio, y mejantes es muy buena una doctri- con la habilidad y partes que Dios na que trae nuestro bienaventura- le ha dado, y no ha de tener pena do Padre san Ignacio en sus Ejer-ni tristeza, por no tener tanta hacicios espirituales, y la pone él por bilidad o talento como el otro, fundamento para las lecciones, don- ni ser para tanto como él. Esa es de pone tres grados y modos de una cosa de que todos tenemos nehumildad; y el tercero y mas per- cesidad; porque dado caso que fecto es, ofreciéndose dos cosas de algunos luzcan, y parezca que se

aventajan en algunas cosas, siem- En la primera parte, lib 3, pre tienen otros contrapesos que c. 45 de las Crónicas de la Órden les humillan, en que tienen nece- de santo Domingo, se cuenta un sidad de esta conformidad; y así ejemplo á este propósito de Alberes menester estar prevenidos, por- to Magno, maestro que fue de que suele el demonio acometer á santo Tomás de Aquino. Fue Almuchos por aquí. Estaréis en los berto Magno cuando niño muy estudios, y viendo que el otro vues-devoto de Nuestra Señora, y rezátro condiscípulo se aventaja en ha- bale cada dia ciertas devociones; bilidad, y que arguye y responde y por su medio é intercesion enmuy bien, os vendrá por ventura tró en la Religion de santo Doalguna manera de envidia, que mingo, siendo de diez y seis años: aunque no llegue á que os pese del y dícese allí, que cuando mozo no bien de vuestro hermano, que es era de mucho entendimiento, anpropiamente el pecado de envidia; tes era duro y de poca habilidad pero al fin, viendo que vuestros para el estudio; y como se veia compañeros vuelan con sus inge- entre muchos y muy delicados nios, y van adelante con sus talen- ingenios de sus condiscípulos, antos, y que vos os quedais atrás, y daba tan corrido, que llegó la tenno podeis arribar ni alzar cabe-tacion à tentarle tanto, y ponerle sentís una tristeza y melanco- en tanto peligro, que estaba muy lía, y andais como corrido y afren- à punto de dejar el hábito. Estantado entre los demás; y de ahí os do en este aprieto de pensamienviene un desmayo y descaecimientos, fue maravillosamente socorrido to, y una tentacion de dejar el es- con una vision. Estando una notudio, y aun algunas veces la Re- che durmiendo, parecíale que poligion. Á algunos ha echado esta nia una escala al muro del monastentacion de la Religion; porque terio para salir é irse de él; y suno estaban bien fundados en hu-biendo por ella, vió en lo alto mildad. Pensó el otro hacer raya y cuatro venerables matronas, aunseñalarse entre todos, y que fuera que una parecia señora de las otras: la fama por toda la provincia, de y llegando cerca de ellas, asió de que era el mejor estudiante del cur- él la una, y derribóle de la escala, so; y como le salió el sueño al revés, vedándole la salida del monastequeda tan corrido y afrentado, que rio. Porfió á querer otra vez subir, viendo el demonio tan buena oca- y la segunda matrona se hubo con sion, le representa que no se podrá él como la primera. Quiso tercera librar de aquella afrenta ni de aque-vez subir, y la tercera matrona le lla tristeza, sino es dejando la Re-preguntó la causa por que queria ligion; y no es nueva esta tenta- irse del monasterio. Él con roscion, sino muy antigua. tro vergonzoso respondió: Voyme,

za,

señora, porque veo que otros de ba á ciencias, quedando como si

mi suerte aprovechan en el estudio en su vida no hubiera aprendido de la filosofía, y yo trabajo en cosa alguna de estudios: y por venvano. La vergüenza que por esta tura fue esto tambien en penitenocasion padezco, me hace que de- cia de la poca conformidad que je la Religion. Díjole la matro- habia tenido en el talento y habina: Aquella señora que ves allí, lidad que Dios le habia dado: y señalando la cuarta, es la Madre acordándose de la vision que tuvo, de Dios, y Reina de los cielos, cuando quiso salirse de la Relide quien las tres somos criadas: en- gion, contó públicamente á los comiéndate á ella, que nosotros te oyentes todo lo que habia pasado; ayudarémos, y la suplicarémos y así se despidió de ellos, recoque sea intercesora á su benditísi-giéndose en su convento, empleánmo Hijo, para que te dé ingenio dose todo en oracion y contempladócil, de modo que aproveches cion.

en el estudio. Oyendo esto fray Pues para que no nos veamos en Alberto, alegróse mucho y lle-semejantes peligros, es menester vándole aquella matrona á nuestra estar prevenidos; y la prevencion Señora, fue de ella bien recibido; necesaria para esto ha de ser muy preguntándole qué era lo que cha humildad, porque de falta de tanto deseaba y pedia, respon- ella nace toda esta dificultad; pordió, que saber filosofía, que era que no podeis sufrir ser tenido por lo que él estudiaba y no entendia. el mas ruin estudiante del curso. Y la Reina del cielo respondió Pues qué, si llegan á deciros que tuviese buen ánimo, y estudiase, no sois para pasar adelante en los que en aquella facultad seria gran- estudios, y veis à vuestros compade hombre; pero porque sepas, di-ñeros teólogos, y despues letrace, que esto te viene por mí, y no dos y predicadores; menester es por tu ingenio ni habilidad, al-mucha humildad y mucha congunos dias antes que mueras, le- formidad para esto: y lo mismo yendo públicamente, se te olvida- será menester para despues de los rá cuanto supieres. Con esta vision estudios, que os vendrá tentacion, quedó consolado, y desde este porque no sois para tanto como dia aprovechó tanto en el estudio, otros; porque no tengo talento pano solo de filosofía, sino tambien ra predicar, lucir y tratar como de teología y sagrada Escritura, el otro, ni para que se me encocuanto dan testimonio las obras mienden los negocios, y se haga que dejó escritas: y tres años an- caso de mí: y lo mismo digo de tes de su muerte, estando leyendo los que no son estudiantes, que os en Colonia, perdió totalmente la vendrán pensamientos y tentaciomemoria, en cuanto lo que toca-nes: ¡Oh si fuera yo estudiante! ¡Oh

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