1762. ld. Id. Id. ld. mados á lo ordinario; pero cada uno llevará una fagina no solo para cubrirse conira las balas de la marcha, sino tambien para el alojamiento que se ha de hacer en la obra asaltada; y por si acaso tuviesen los enemigos sembrados abrojos de hierro en las ruinas de la brecha, se llevarán á la vanguardia de los 100 hombres de los tenientes coroneles los rastros ó peines que están hechos á este fin de apartarlos; y si en lugar de estos hubiese sobre la brecha tablones con puntas de clavos, los volverán boca abajo; pero si el estorbo consistiese en caballos de friza atravesados, se pondrán de cabeza. Tambien se nombrarán 100 Indios con el capitan D. Manuel de Ayala á las órdenes del ingeniero en segundo D. Antonio Aimerich, y otros 100 con el lenguaraz Florentin á las de D. Francisco Coreloso; el 1° para que siga el destacamento de D. Eduardo Wall, y el 2o el de D. Diego de Sálas; los cuales, á mas de sus picos y algunas hachas llevarán faginas, piquetes y mazos para formar el alojamiento sobre la brecha: volver contra los enemigos la cortadura, ó ejecutar cualquiera de los trabajos que se ofrezcan. Igualmente llevarán algunas cuñas de hierro con los mazos correspondientes, para abrir por adentro alguna puerta si se ofrece. Á los trabajadores, que han de ir con el destacamento de D. Diego de Sálas, seguirán las escalas que están prevenidas, nombrando para llevarlas un número de Indios correspondiente con el lenguaraz Bartolomé Bordon. Tambien se nombrarán los dos subalternos de artilleria con 10 artilleros cada uno, los cuales seguirán los destacamentos de los tenientes coroneles; llevarán instrumentos con que volver y hacer servir contra los enemigos los cañones y morteros que se hallen dentro de la obra asaltada, y llevarán dichos oficiales martillos de hierro y clavos de diferentes gruesos, para clavar los cañones en caso que por algun accidente sea preciso abandonarlos. Detras de los trabajadores de cada destacamento marcharán dos tropillas de 20 Indios cada una con un sarjento, y ambas á las órdenes de un oficial, que lleven parihuelas, en que retirar al hospital de sangre los oficiales y soldados heridos que no puedan marchar por sus piés. La hora en que se ha de ejecutar el asalto, la prevendré yo en la trinchera, pues á este efecto me he de hallar en ella mucho ántes, y se dará la órden con bastante anticipacion, para que las tropas tengan lugar de formarse. Ademas de los instrumentos de gastadores, que deben llevar los trabajadores nombrados arriba, se anticipará un depósito de ellos al cuidado de un sarjento cerca de la nueva batería. 1762. Sobre la hora del asalto. Plan para efectuarlo. Mi intento es que, montada la brecha, se franqueen de un golpe la brecha y cortaduras que hubiesen hecho los enemigos, y si estos tuviesen barricadas en las calles, se emplearán contra ellas (como contra cualquiera otra cortadura) algunos de los cañones que sin duda se hallarán ántes de llegar á ella, y si acaso se defendiesen generalmente en los edificios de la ciudad, irán los nuestros penetrando de unos en otros, y si todavía se resistiesen, se pondrá fuego á alguno de los edificios por la parte de barlovento, y llevarán todos para conocerse entre sí la contraseña y divisa. contraseña de Viva Cárlos III, y una divisa blanca en el sombrero. Se prohibe, pena de la vida, que ninguno comience el saqueo, ni se aparte de su puesto con pretexto alguno, hasta que se les dé la órden para ello. Con cada uno de los destacamentos destinados al asalto, despues de los trabajadores marcharán 3 salva-guardias, cada una de 20 hombres, á las órdenes de un oficial, y con ellas un guia ó práctico de los puestos de la ciudad, y luego que la derrota de los enemigos lo permita, la 1a se encaminará á la iglesia mayor, y la 2a á las capillas de San Francisco y Residencia, para embarazar que ningun soldado entré en aquellos templos, ni cometa el menor desacato á los sacerdotes, niños y mujeres; pues debe valerles aquel lugar sagrado de refugio; y la 3a despues de ir á la cárcel y poner en libertad los presos de ella, pasará al hospital á fin de no permitir que se emplee el furor de nuestra gente en los enfermos y heridos. Asimismo se prohibe, pena de la vida, cometer violencia en Sobre saqueo. Salvaguardias y guia. 1762. Oportunidad de dar cuartel. Rendidos. Pertenencias del rey. Órdenes particulares. las mujeres, ni que se ponga fuego á los edificios, si no es en el caso prevenido arriba, ó en otro en que se dé expresamente la órden. Aunque al principio del asalto, y ántes de vencer enteramente la posicion de los enemigos, conviene no cargarse de prisioneros, y por lo mismo el no dar cuartel, sin embargo luego que esté derrotada y esparcida su gente, ocupados los principales puestos y por consiguiente libre de contingencias la toma de la plaza, se ejecutará la piedad, y dando cuartel á todos los rendidos se irán poniendo estos en la iglesia mayor con una guardia competente, que los tengan en custodia hasta que se disponga enviarlos á otra parte. Las 3 salva-guardias cuidarán tambien de apaciguar las pendencias que en el saqueo hubiese en nuestros soldados, y acudirán prontamente á cualesquiera parajes donde se oyeren lamentos, para estorbar los insultos que se cometiesen. Con cada una de las partidas irá uno de los prácticos que conozca al gobernador y los oficiales de mas rango de la plaza, los cuales despues de rendidos se remitirán á la trinchera donde teniéndolos con la debida custodia, serán tratados con toda urbanidad. Las armas, municiones y demas pertrechos de guerra, como tambien los víveres y cuanto haya del rey de Portugal en la plaza, pertenecen al rey; y así cuidarán los comandantes de los destacamentos y oficiales de la tropa que no se toquen ellos, y de poner en esos parajes salva-guardias. Luego que los nuestros hayan entrado en la plaza, procurarán penetrar hasta el puerto de ella, para embarazar la retirada al enemigo por el Rio. Á la órden general precedente, siguieron las órdenes particulares comunicadas á cada uno de los destacamentos, con todas las prevenciones que podian desear para cualquiera acontecimiento, asignando los parajes por donde habia de asaltarse la plaza, con qué gente, instrumentos y armas ; y el detalle era el siguiente: 1762. PRIMER DESTACAMENTO DE WALL. Á la cabeza de la columna el sarjento Pérez con. A 10 pasos D. Eduardo Wall con los oficiales D. José Capitanes oficiales 4, subalternos 7, sarjentos 8, tambores 3, soldados SEGUNDO DESTACAMENTO DE D. DIEGO DE SÁLAS. Á la cabeza de la columna el sarjento Barrera con .. con Á 8 pasos el capitan D. Cárlos Hoara con. Á 10 pasos D. Diego de Sálas, con D. Felipe de Mena, D. Manuel de Pestaña, D. Cárlos Polier, D. Nicolas Planchon, D. Fulgencio Alagon, D. Alejo Bermúdez, 3 sarjentos, 4 tambores y soldados Total de la columna : Capitanes 4, subalternos 7, tambores 4, soldados . 15 a.id., 100 hombres. 20 65 A 6 pasos D. Lúcas Infante, D. Francisco Piera, D. Joaquin de Vedia, 3 sarjentos, 2 tambores y soldados Total de esta columna. Capitan 1, subalternos 3, sarjentos 5, tambores 2, soldados. 100 1762. Total del cuerpo de reserva, 449 hombres. CUERPO DE RESERVA. El capitan D. Francisco Saravia, D. Vicente Tarufo, D. José Ignacio Zavala, D. Juan de Sálas, D. Martin Peráles, D. Pedro Escribano, D. Juan Amaro Pestaña, D. Lorenzo Cosio, 8 sarjentos, infantería arreglada Capitan 1, subalternos 7, sarjentos 9, tambores 2, soldados. TRINCHERA. Trinchera, 449 hombres. Capitan D. Juan Miguel Echegóyen, D. José Ignacio de la Quintana, D. Agustin de Aispurúa, D. Pedro Echegóyen, D. Juan de la Guardia, 5 sarjentos, 3 tambores y soldados de infantería Capitan 1, subalternos 4, sarjento 1, tambores 3, soldados. CABALLERÍA CON ORDEN É INSTRUCCION RESERVADA. Caballería, 200. D. José Molina, comandante, D. Vicente Quiñones, gones. Caballería de Buenos Aires Total: Capitan 1, subalternos 2, sarjentos 2, tambores 2 y soldados. GUARDIA DEL CAMPO. Capitan D. Roque San Martin, D. José Maurí, D. F. Mar |